Antes de colocar los servos queremos hacer una prueba de su fuerza y de la corriente que se necesita para moverlos, porque el circuito eléctrico de montaje, que no viene muy claro en las instrucciones, depende de la corriente de uso de los servos.
Para hacer una prueba nos fabricamos con madera un extensor del bazo del servo, para poder hacer un par grande, y lo atornillamos al brazo metálico.
Luego montamos un servo con la fuente de alimentación y el programa Sweep de Arduino sin modificar, y la propia fuente de alimentación nos indica la corriente suministrada.
Vemos que la intensidad que se suministra al servo haciendo fuerza en su contra llega hasta 2,8 A en el peor momento, lo que multiplicado por 12 servos haría alrededor de 36 A. De todas formas todos los servos no van a funcionar en su momento más desfavorable a la vez, por lo que la sugerencia de 30 A que marca el fusible la consideramos adecuada.
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